Empoderamiento latino mediante la radiodifusión pública
Historia de la televisión pública latina
Introducción
Al igual que en otros medios de comunicación en los Estados Unidos, los latinos han sido históricamente subrepresentados dentro de la televisión convencional y, a menudo, han sido retratados usando estereotipos negativos como el de comunidades problemáticas. Los autores de Hispanics in Hollywood: A Celebration of 100 Years in Film and Television sostienen que "Una sorprendente cantidad de talento hispanoamericano ha trabajado constantemente en la televisión americana, tanto delante como detrás de las cámaras. Sin embargo... pocos programas han sido protagonizados por estrellas o personajes latinos”.42 Los latinos de todas las nacionalidades han estado presentes en la pantalla durante décadas, no obstante, han tenido un control limitado sobre la producción, la escritura, el empleo, y la participación dentro de la industria. Históricamente, los hispanos recibieron muy poca atención en la programación de televisión pública a nivel nacional, incluso después de la creación del CPB en 1967. De acuerdo con el director activista de cine y televisión, Jesús Salvador Treviño, para el año 1983 el CPB había invertido solo alrededor del 2% de los fondos de producción de 14 años de televisión en programas dirigidos específicamente a las comunidades hispanas de los Estados Unidos. Treviño argumentó que los asuntos hispanos eran ocasionalmente “incorporados” en los medios principales de comunicación como parte de series generales de asuntos públicos, pero "no habían series regulares, continuas, dramáticas, culturales, documentales, o.… de noticias y asuntos públicos específicos para la comunidad hispana”.43 A pesar de ello, los latinos persistieron y lograron producir sus propios programas en toda la nación; programas que representaban sus vidas, sus necesidades, y su cultura, para educar, informar y entretener a otros latinos.
Televisión pública latina
Los latinos en los Estados Unidos buscaron activamente participar en la transmisión pública con “esfuerzos de base dirigidos a estaciones locales o nacionales fuera del CPB y PBS”. De acuerdo con el historiador de medios, Chon Noriega, eran esfuerzos que en la mayoría de los casos formaban parte de los movimientos latinos por los derechos civiles.44 El activismo se combinó con financiamiento de dos fuentes principales: la Oficina de Educación de los Estados Unidos y la Fundación Ford. Cineastas y productores de televisión latinos comenzaron con programas bilingües para niños. Algunos ejemplos fueron, el programa de PBS Villa Alegre (1973-74), financiado por la Oficina de Educación de los Estados Unidos, y Carrascolendas (1970-78), el primer programa nacional dirigido a la población latina.
La Fundación Ford ayudó a financiar los primeros capítulos de series de temática latina que se convertirían en producciones de KCET-TV en Los Ángeles, que surgió como un centro de producción de programas latinos transmitidos a nivel nacional. Entre los años 1968 y 1970, la Fundación Ford financió Canción de la Raza de KCET-TV, una telenovela bilingüe ambientada en el este de Los Ángeles que trataba problemas sociales que enfrentaban los mexicoamericanos en el barrio.45 La telenovela comenzó en octubre del 1968 y terminó en enero de 1969, con el objetivo de efectuar cambios en las comunidades latinas.46 Estos programas marcaron el comienzo de producciones televisivas creadas por productores y escritores latinos. Seguirían más programas que, aunque fueron de corta duración, transformarían la televisión latina del futuro.
Carrascolendas
El programa es descrito como "una especie de Barrio Sésamo para niños preescolares hispanoamericanos para ayudarlos con la integración a las escuelas públicas”.47 Carrascolendas fue una creación de Aida Barrera, una popular instructora de español al aire de la estación de televisión KLRN (Centro de Comunicaciones de la Universidad de Texas) en Austin, Texas. (KLRN más tarde se convirtió en KLRU.) Fue financiado inicialmente a través de una subvención de la Oficina de Educación de los EE. UU. conforme a la Ley de Educación Bilingüe (Título VII) para su transmisión en Austin y Dallas-Ft. Worth. El éxito de Carrascolendas llevó a la distribución de transmisiones a KCET en Los Ángeles en 1972 y a un aumento de los fondos federales en 1973 bajo la Ley de Ayuda Escolar de Emergencia para permitir la producción en color, el rodaje en locaciones, una expansión del elenco para incluir cubanoamericanos y puertorriqueños, escritores adicionales, diseñadores, títeres, y su distribución nacional.48
Dirigido a estudiantes de escuela primaria, Carrascolendas también atrajo a niños mayores de habla hispana, así como a niños afroamericanos y blancos. El programa no solo enseñaba habilidades lingüísticas, sino también matemáticas, ciencias e historia, y tenía como objetivo aumentar la autoestima de los niños. “Como los cuentos de hadas y los mitos”, escribió Carrera en sus memorias, “Carrascolendas atraía a la fantasía y no a la realidad”. Ella creía que la serie podía “influir en el contenido de la imaginación de los niños. Podía abrir caminos para su creatividad y, al proporcionar este ímpetu, podía animar a los niños a convertirse en instigadores de su propio cambio”. En un episodio especial de 1972, Barrera discutió en inglés el origen y la meta de la serie entre segmentos mostrando los ensayos del elenco. Aunque la serie ganó premios de UNICEF y la Corporation for Public Broadcasting, y recibió una nominación al Emmy por servicio público sobresaliente, Carrascolendas terminó en 1976 después de que cesaron los fondos federales.49
¡Ahora!
¡Ahora! (KCET, 1969-70) fue el primer programa en mostrar los problemas, eventos, historias, cultura y luchas políticas de las comunidades chicanas.50 Jesús Treviño, productor asociado, anfitrión y escritor para varios de los episodios y figura esencial en la radiodifusión pública latina, escribió sobre la naturaleza revolucionaria del programa: “Por primera vez en la historia, los mexicoamericanos estaban al aire: escribiendo, produciendo, dirigiendo y organizando una transmisión en vivo que abordaba sus preocupaciones y problemas. La comunidad hablaba por sí misma”.51 ¡Ahora! tuvo 175 episodios, desde el 1969 hasta el 1970 cuando terminó el apoyo de la Fundación Ford. Se puede ver una recopilación de los mejores momentos del programa en el siguiente enlace: https://www.kcet.org/clip/the-best-of-ahora. ¡Ahora! ayudó a demostrar que la programación orientada a los hispanos era necesaria para las comunidades latinas y chicanas. También logró aumentar la demanda de más programación de este tipo. Cuando ¡Ahora! se quedó sin fondos, Treviño aplicó una estrategia activista en KCET para asegurar otro programa que abordase las preocupaciones de la comunidad chicana.
Acción Chicano
En KCET, Treviño organizó una reunión con funcionarios de apellidos hispanos de la estación para firmar una petición indicando que renunciarían en masa al menos que la estación apoyase un programa de televisión semanal para la comunidad chicana. Su determinación resultó en Acción Chicano, el cual se transmitió de 1972 a 1974. El mismo fue un programa basado en el teatro que utilizaba el diálogo en español con un cambio de código lingüístico ocasional al inglés. El profesor Chon A. Noriega ha elogiado la estrategia de Treviño de hablar “desde detrás de la máscara de ‘folclor’ étnico” mediante representaciones teatrales que incluían música folclórica de la Revolución Mexicana. De hecho, el aspecto folclórico animó a las estaciones (PBS lanzó al menos un episodio a nivel nacional) a transmitir canciones en español sin percibir los polémicos mensajes activistas que se comunicaban en ellas. Siendo un productor astuto, Treviño utilizó parte del presupuesto de Acción Chicano para producir algunos de los primeros cortometrajes documentales latinos, los cuales se transmitieron dentro de los programas: La Raza Unida (1972), Yo Soy Chicano (1972), Carnalitos (1973), y Somos Uno (1973). También tomó la oportunidad para entrenar a otros cineastas chicanos. En el primer esfuerzo de apoyo y organización nacional panlatina a través de la televisión pública, Treviño intercambió cinco episodios con una serie puertorriqueña de Nueva York, Realidades, para la retransmisión local dentro de cada serie.52 El programa Yo soy chicano fue la primera película intercambiada. Estos esfuerzos abrieron un diálogo entre los puertorriqueños y los chicanos, lo que ayudó a la formación de la Coalición Nacional de Medios Latinos.53
Debido a que los seis episodios de Acción Chicano en la colección de AAPB contienen extensas representaciones teatrales y musicales, o documentales que están actualmente disponibles para la venta, AAPB hizo disponible los programas para su visualización únicamente en la Biblioteca del Congreso y GBH. Se puede ver un breve documental sobre murales públicos en Los Ángeles de un episodio de Acción Chicano sobre artistas chicanos a continuación:
Realidades
El programa de televisión WNET, Realidades (1972-77), también surgió a causa del activismo latino, esta vez de un grupo de puertorriqueños en el área de Nueva York. En 1972, después de meses de negociaciones sin éxito, los activistas puertorriqueños de los medios de comunicación tomaron posesión del estudio de televisión WNET en Nueva York para exigir una serie de televisión de asuntos públicos que se dirigiese a la comunidad hispana.54 Dejaron claros sus sentimientos e intenciones con una pancarta que decía “20% de la población hispana, 0% de la programación” para resaltar su falta de representación en televisión. Según la productora, educadora y activista de los medios de comunicación Lillian Jiménez, “no había películas o videos producidos por puertorriqueños que representasen la historia, la cultura y la realidad cotidiana” de las identidades “Nuyorican” recién emergentes.55 Después de la protesta, la estación anunció que habían encontrado fondos dentro de su presupuesto para financiar el primer año de Realidades.56 Con el apoyo adicional de CPB, WNET emitió la primera serie nacional hispana y bilingüe en la historia de la televisión estadounidense, afirmado en la Historia de los medios hispanos como “un gran avance para los hispanos estadounidenses en los medios de comunicación”.57
Realidades, un programa producido por José García y Humberto Cintrón, tenía originalmente un enfoque puertorriqueño. Sin embargo, amplió su contenido en 1975 para poder incluir otras culturas latinas en los Estados Unidos una vez que comenzó a emitirse a nivel nacional. Realidades presentaba de todo, tanto drama como noticias documentales.58 Los artículos periodísticos de la década de 1970 enfatizaron la importancia del programa para las comunidades metropolitanas que se sentían ignoradas. En "Anglos Can Watch, Too", la periodista de New York Times, Beatrice Berg, destacó las cualidades bilingües del programa, desde el cambio de código lingüístico del español al inglés hasta los subtítulos superpuestos. Los escritores de Realidades se aseguraron de que el programa no solo "hablara" sobre los latinos, sino que también apelara a ellos. Por ejemplo, García decidió que el estilo de la novela corta era la mejor manera de llegar al público hispanohablante, como lo demostraban las costumbres de visualización de su propia familia. Berg escribe que el programa “se balancea entre la seriedad y la diversión”, notando que un programa discutía los desafíos de la educación bilingüe y el siguiente (Fiesta Boricua) presentaba el ritmo y el baile puertorriqueño.59 Los productores de Realidades fueron muy innovadores y transmitieron piezas artísticas como El Baquiné de Angelitos Negros, una pieza de baile en el estudio con música salsa original de Willie Colón sobre un baquiné, el funeral tradicional de un niño puertorriqueño negro.60 Se comisionaron numerosas películas a otros latinos, como Cristal (prod. Severo Perez 1975), De Colores (prod. Jay Ojeda, 1975), Guadalupe (dir. Jose Luis Ruiz, 1975), Salud y los Latinos (dir. Bobby Páramo, 1973), Cosecha (dir. Ricardo D. Soto, 1975), Illegal Aliens (dir. Ricardo D. Soto, 1975) y Otro Paso (dir. Eulogio Ortiz Jr., 1977). Realidades también presentó a varios intérpretes y grupos artísticos prometedores hispanos como El Teatro Campesino y el Teatro de la Esperanza.
CPB apoyó el programa durante dos años y veintitrés programas de media hora, pero su financiamiento resultó ser a corto plazo y no existió apoyo adicional. Raquel Ortiz, productora de Realidades y destacada directora y productora de otros programas de televisión y películas sobre los latinos, noto que WNET no apoyó el programa cuando tenía que ser financiado por el Station Program Cooperative (SPC) y creían que el programa era demasiado controvertido en ocasiones.61 La financiación precaria, la programación irregular y los problemas internos causaron que Realidades saliera del aire en 1977.62
El Teatro Campesino
Luis Valdez fundó El Teatro Campesino en los campos de Delano, California, durante la gran huelga de la uva de 1965.63 La compañía creó y presentó obras breves que dramatizaban la causa de los trabajadores agrícolas y los chicanos urbanos. Las obras fueron presentadas en giras por todo el país e internacionalmente, ganando atención y aclamación de la audiencias alrededor del mundo, incluyendo un premio Obie fuera de Broadway y un premio del Círculo de Críticos de Drama de Los Ángeles. La exitosa obra de teatro de Valdez ¡Corridos! Tales of Passion and Revolution (1987) fue producida por KQED San Francisco en asociación con El Teatro Campesino en una producción que “expone el potencial dramático de las baladas o corridos folclóricos mexicanoamericanos más famosos y melodiosos”, según Luis Reyes y Peter Rubie.64 ¡Corridos!, un programa transmitido por PBS, ganó un premio George Peabody a la excelencia en televisión. Se puede ver la versión completa en las instalaciones de la Biblioteca del Congreso y en WGBH.
Antes de la formación de PBS, National Educational Television (NET) transmitió dos programas dedicados a los primeros años de El Teatro Campesino. En 1969, el Public Broadcast Laboratory transmitió un programa especial desde Santa Bárbara en el cual el presentador explica los orígenes de El Teatro Campesino y presenta un acto acompañado de un doblaje al inglés. Vea una parte de este programa de Luis Valdez:
En 1970, NET Playhouse presentó un documental sobre El Teatro Campesino, que incluía entrevistas con Valdez, números musicales, una parodia satírica, un espectáculo de marionetas, un extracto de una obra de teatro y una antigua ceremonia de renacimiento realizada en un cementerio. Vea un extracto de este programa:
Otras series, películas, y documentales
La Plaza
Raquel Ortiz utilizó la experiencia que obtuvo en la producción de Realidades para desarrollar La Plaza, una de las primeras series de WGBH enfocada en los problemas de los latinos y su cultura. El programa se estrenó el 10 de enero de 1979 como una “serie bilingüe de 13 semanas” destinada a “servir como una plaza pública para toda la comunidad latina local”. Ms. Ortiz y sus compañeros productores aprovecharon la oportunidad para experimentar con diferentes formatos y formas de entretener a los espectadores. Una semana, La Plaza podía presentar un episodio enfocado en actuaciones musicales o dramáticas de artistas latinos; la semana siguiente podía filmar un episodio en el estudio de un debate sobre la educación bilingüe; y luego la semana próxima presentaban una película, y la siguiente, una combinación de material de estudio original con contenido adquirido.65 La Plaza exploró diferentes aspectos de la comunidad latina desde diferentes puntos de vista y estilos. El programa continuó hasta el 2006, cuando se reemplazó por la serie de entrevistas Maria Hinojosa: One-on-One.
“Spic Out,” un episodio que combinó representaciones dramáticas con entrevistas de estilo documental, trataba de la cultura “queer” en la comunidad latina y el uso del teatro para representar a este sector marginalizado de la comunidad.
Images/Imágenes
Images/Imágenes, un programa latino de televisión ganador del Premio Emmy, también se inspiró en Realidades. Se emitió a través del New Jersey Network desde 1972 (cuando tenía el título de “Mi Casa Su Casa”) hasta el 2011 cuando la cadena terminó sus operaciones como una entidad controlada por el estado. La serie hizo un regreso heroico en diciembre del 2019, cuando la Universidad de Rutgers decidió relanzar el programa con la ayuda de la Oficina de Iniciativas Estratégicas del Vicepresidente Asociado de Rutgers, RU-iTV Studio y la Cámara de Comercio Hispana de Nueva Jersey. Images/Imágenes nació de la misma necesidad de representación que motivó Realidades y La Plaza.66 Miembros de la comunidad puertorriqueña en Nueva Jersey estaban molestos debido a que la representación de ellos en la televisión parecía, en su mayoría, ser negativa. Pensaban que las ideas positivas y las contribuciones de su comunidad estaban siendo pasadas por alto. Images/Imágenes se esforzó por dar un nuevo perfil positivo a la comunidad latina, y educar a todos los televidentes, no solo la audiencia hispana, sobre los temas que afectaban a la comunidad y sobre los buenos modelos a seguir, y las contribuciones significativas que los latinos tenían para ofrecer. Como productor y director, William Q. Sánchez, afirmó en una entrevista con AAPB, “Images/Imágenes no es un trabajo. Es una misión”. La misma, se trata de contar las historias no contadas de una comunidad.67 Isabel Nazario, productora ejecutiva del programa, comentó en un comunicado de prensa de diciembre de 2019 para el relanzamiento del proyecto, que Images/Imágenes es un "programa innovador que proporciona una ventana a la demografía cambiante del estado y fomenta la comprensión de las contribuciones que están haciendo las diversas comunidades”.68 El nuevo estreno contó con entrevistas de los actores Desi Arnaz y Zoe Saldaña, con Gloria y Emilio Estefan discutiendo sus carreras, con la diseñadora de moda Stella Nolasco y con el periodista Juan González. Durante su larga trayectoria, Images/Imágenes obtuvo 20 nominaciones y 4 premios Emmy por su contenido original y pionero. Este programa se propuso cambiar las percepciones negativas sobre los latinos. En su camino para lograr ese objetivo, creó un legado del que toda la comunidad latina puede estar orgullosa, un legado de compromiso y dedicación comunitaria, trabajo duro y orgullo cultural.
En Camino
A partir de 1986, KRCB en Rohnert Park, California, produjo la serie mensual bilingüe y en español llamada En Camino para brindar a la comunidad latina de North Bay noticias y programación cultural de interés local. Los documentales y paneles de discusión de En Camino en la colección de la AAPB se realizaron entre 1986 y 1989. Cubren temas como la educación bilingüe, las condiciones de trabajo de los trabajadores agrícolas, la falta de vivienda, el SIDA, la insuficiencia de compensación para trabajadores, la ley de inmigración, la discriminación en la vivienda, la iglesia católica, el arte de los latinos, incluido el movimiento muralista chicano, las festividades del Día de Muertos, los medios bilingües y los proyectos de organización comunitaria. Además de información, el programa proveyó recursos para la comunidad latina, al igual que actuaciones de música y baile. Los programas de En Camino aparecen en las otras secciones de esta exhibición.
Oye Willie y American Playhouse
Oye Willie, de Lou De Lemos, se convirtió en la segunda serie hispana nacional financiada por CPB.69 El periodista del New York Times, Les Brown, escribió que CPB hizo una subvención de $1.7 millones al Latino TV Broadcasting Service Inc. para una serie de 10 partes sobre las experiencias de un joven latino que crece en un barrio de Nueva York. Él señaló que la subvención era inusual porque "se hizo directamente a la organización productora y no a una estación de televisión pública...El riesgo era que las estaciones de PBS pudieran rechazar la serie una vez finalizada porque, en efecto, se produjo fuera del sistema”.70 Las palabras de Brown demostraron ser correctas. Oye Willie sólo fue financiado por un año.71 Treviño explicó que para el 1981 CPB había demostrado la voluntad de financiar programas hispanos, pero no el compromiso de financiar series nacionales de drama hispano de forma continua.72 Algunos programas fueron integrados a otras series como, por ejemplo, American Playhouse. American Playhouse transmitió Seguín (dir. Jesús Salvador Treviño, 1982), The Ballad of Gregorio Cortéz (dir. Robert M. Young, 1982), El Norte (dir. Gregory Nava, 1985), The House of Ramon Iglesias (dir. Luis Soto, 1986), Stand and Deliver (dir. Ramón Menéndez, 1989) y La Carpa (dir. Carlos Avila, 1993).
Los latinos desafían la política de CPB y PBS
The Latino Consortium (luego llamado The National Latino Communications Center)
La primera organización creada para tratar temas de televisión pública latina fue The Latino Consortium (luego llamado The National Latino Communications Center), establecido en 1974. Financiado por CPB, fue un intercambio de programación chicana creado para compartir producciones de varias estaciones locales con el fin de reducir los costos de las producciones comunitarias. The Latino Consortium requería que los miembros produjeran de uno a cuatro programas por temporada y transmitieran al menos el 50 por ciento de la programación sindicada. El financiamiento adicional del CPB en 1979 proveyó apoyo anual y permitió que el consorcio se convirtiera en un sindicato nacional. Desde 1979 hasta 1986, The Latino Consortium distribuyó la serie ómnibus ¡Presente! compuesta por dramas, documentales y programas de entretenimiento producidos localmente y no financiados por el grupo. Vistas, una serie similar conducida por Rita Moreno, sucedió a ¡Presente! Chon Noriega ha señalado que estos esfuerzos no fueron suficientes, sólo “alternativas temporales en lugar de series reales, fusionadas de la diversa e irregular programación local y alcanzando a solo una pequeña parte del sistema de PBS”. Un informe de CPB en 1979, A Formula for Change, describió la acción afirmativa que CPB necesitaba tomar para hacer que las condiciones fueran equitativas para las minorías y los hispanos. Según Noriega, CPB no persiguió el objetivo de una serie televisiva a nivel nacional que abordará temas de interés a la comunidad latina y asignó fondos del The Latino Consortium únicamente para asuntos promocionales. En 1983, Treviño escribió que, a pesar del informe y los planes de acción que se crearon, solo había un hispano empleado en el personal de CPB, ninguno en los paneles asesores del fondo de programas del CPB y ninguna serie hispana en el aire.73 A pesar de – o debido a – la falta de atención de CPB y de las estaciones de televisión a estos temas, la comunidad latina se organizó y comenzó a presionar para tener más espacio en la pantalla nacional.
National Latino Media Coalition
Las experiencias con series de corta duración y financiadas temporalmente (creadas principalmente a través de protestas comunitarias y enfrentamientos con gerentes de estaciones de televisión), llevaron a las emisoras latinas a darse cuenta de la necesidad que había de que las organizaciones ayudaran a asegurar fondos para la programación nacional. En 1973, los defensores de los medios de comunicación latinos se reunieron con la FCC, ya que sentían que sus preocupaciones particulares no estaban siendo abordadas y comenzaron a crear una plataforma para desafiar la política de CPB y PBS. Los activistas puertorriqueños y chicanos organizaron The National Latino Media Coalition (NLMC), que tuvo su primera conferencia nacional en San Antonio, Texas en 1975. La belleza de sus esfuerzos no fue solo la cooperación pan-latina entre productores, directores y escritores de televisión, sino que también se aseguraron de filmar su historia en proceso. Esta primera conferencia nacional apareció en un episodio de Realidades. A través de clips, entrevistas y narraciones, los participantes del NLMC discutieron sus experiencias y preocupaciones sobre la participación en la industria de las comunicaciones. En otro episodio de Realidades, Cintrón y otros participantes explicaron las contribuciones de la coalición a estaciones de radio latinas, programas de televisión y otras formas de medios de comunicación.
Los esfuerzos de NLMC ayudaron a los latinos a ser escuchados por los políticos de CPB y obtener fondos iniciales, pero CPB continuó evitando comprometerse con la programación hispana a largo plazo, a nivel nacional. La década de 1980 fue una época de profundos cambios para la televisión pública porque, como escribe Noriega, "la desregulación aumentó el financiamiento corporativo y disminuyó el compromiso con la producción local orientada a la comunidad”. Para diciembre de 1980, The National Latino Media Coalition se disolvió, y los productores latinos comenzaron a buscar fuera de PBS y CPB a otras agencias de financiación, como The National Endowment for the Humanities. Estos productores independientes volverían eventualmente con programas para su difusión dentro del sistema PBS. Mientras tanto, la meta de la programación hispana a nivel nacional a largo plazo aún no se había logrado.74
Documentales latinos de la década de 1980 y más allá en la televisión pública
Hector Galán
Desde finales de la década de 1970, Héctor Galán, nacido en Texas, ha sido uno de los documentalistas hispanos más prolíficos y premiados de su generación. La mayoría de sus producciones se han realizado para televisión pública. Después de estudiar comunicación en Texas Tech University, Galán trabajó en KLRN en Austin (más tarde KLRU), donde produjo el programa de asuntos públicos Aztlán (1976-1979), entre otros.75 Después de convertirse en productor senior, Galán en 1981 hizo la revista de noticias bilingüe de PBS para adolescentes, Checking It Out. La misma tenía 26 partes y era presentada por tres reporteros adolescentes. La serie ganó el premio ACT de 1982 otorgado por Action on Children 's Television.76 Posteriormente, Galán trabajó en WGBH en Boston, como productor, guionista, director, y luego como cineasta independiente. Hizo once documentales para Frontline, dos para American Experience y tres para La Plaza. En 1984, formó Galán Productions en Austin “para llevar al público historias que no se contaban”, afirmó. Describiendo los temas de muchos de sus documentales como estudios de lo "invisible", Galán creía que "un programa de televisión no va a cambiar el mundo, pero puede darte un vistazo, un vistazo interno, que es muy importante”.77 Los documentales de televisión pública de Galán han cubierto aspectos de la vida, la cultura y la historia de los latinos, como el regreso de un exiliado a su tierra natal (Cuba: A Personal Journey, 1984); la vida y obra de un fabricante de máscaras mexicoamericano (The Mask of El Zarco, 1984); poder político latino (The Emerging Force, 1985; Power, Politics, and Latinos, 1992; Willie Velasquez: Your Vote Is Your Voice, 2016); vaqueros mexicoamericanos (Vaquero: The Forgotten Cowboy, 1988); las luchas de los trabajadores agrícolas (New Harvest, Old Shame, 1990); la crisis del SIDA (The Forgotten People: Latinas with AIDS, 1990); la lucha de 43 años de los trabajadores mexicanos de las minas de cobre en Arizona (Los Mineros, 1991); el ataque de Pancho Villa en Nuevo México y Estados Unidos intenta capturarlo (The Hunt for Pancho Villa, 1993); los conflictos migratorios y la vida fronteriza (Go Back to Mexico!, 1994; The Border, 1999; The Forgotten Americans, 2000; y Porvenir, Texas (2020)); Música tejana (Songs of the Homeland, 1995; Accordion Dreams, 2001; Los Lonely Boys - Cottonfields and Crossroads, 2008; The Big Squeeze, 2009); cultura latina (la serie de seis partes Visiones: Arte y cultura latina, 2005); el primer obispo mexicoamericano (A Migrant’s Masterpiece: The Life and Legacy of Patrick Flores, 2008); la realización del clásico de Hollywood Giant en la ciudad de Marfa, Texas (Children of Giant, 2015); y el movimiento de derechos civiles mexicoamericano (¡Chicano! The History of the Mexican American Civil Rights Movement).78 El programa Línea Abierta de Radio Bilingüe entrevistó a Galán hablando de tres de sus documentales.
Chicano! The History of the Mexican American Civil Rights Movement
Respondiendo al cabildeo por una programación más diversa, el Congreso aprobó The Public Telecommunications Act of 1988, que ordenó a CPB financiar "programación que aborde las necesidades e intereses de las minorías”. The Latino Consortium posteriormente se reorganizó e incorporó como The National Latino Communications Center, convirtiéndose en uno de los consorcios minoritarios asociados con CPB para producir programación para PBS.79 En 1996, PBS transmitió la aclamada serie documental de cuatro horas y cuatro partes Chicano! The History of the Mexican American Civil Rights Movement, una coproducción del The National Latino Communications Center y Galán Productions en asociación con KCET. Con un presupuesto de tres millones de dólares, la serie sobre los esfuerzos mexicoamericanos para obtener la igualdad de derechos en el suroeste de los Estados Unidos de 1965 a 1975 tomó seis años para ponerse en marcha, la mayor parte del tiempo invertido en la recaudación de fondos.80 KCET organizó un teletón en 1995 para ayudar a cubrir la producción, así como el costo de los materiales educativos y comunitarios para distribuir con la película. Stephen Kulczycki, gerente de la estación de KCET y vicepresidente superior de programación, afirmó que querían que la serie dejase un "legado escrito" para futuros estudios sobre los derechos civiles estadounidenses y aseguró que la estación estaba comprometida a hacer todo lo posible para generar apoyo para ello. En ese momento, los periodistas pensaban que los esfuerzos de recaudación de fondos para Chicano! marcaron “los primeros esfuerzos de una estación de PBS en apoyo de una sola producción”.81 Estas luchas fueron testimonio de lo difícil que era acumular respaldo financiero para un proyecto centrado en la comunidad mexicoamericana, a pesar de que la historia de dicha comunidad es un elemento crítico de la historia general de los Estados Unidos. El documental detalló el movimiento de concesión de tierras de Alianza para la reasignación de tierras prometidas a los mexicoamericanos y la huelga de la uva, durante la cual los trabajadores agrícolas migrantes protestaron por las condiciones deplorables en las que estaban trabajando. También incluyó cobertura sobre protestas contra la Guerra de Vietnam, manifestaciones contra la discriminación de los mexicoamericanos en el sistema de escuelas públicas, y el aumento de la influencia mexicanoamericana en la política con la creación del partido político La Raza Unida.82 Chicano! es evidencia del tipo de activo que la transmisión pública ha proporcionado a las comunidades latinas. Les permitió afirmarse en la sociedad americana, contar los hechos desde su punto de vista y producir un registro narrativo visual de su historia para las generaciones futuras.
POV, Latino Public Broadcasting, Más Manifestaciones, y Latinoamericanos
Otros programas han hecho contribuciones significativas a la representación de las comunidades latinas en televisión. La serie de PBS, P.O.V. (“punto de vista”), presenta documentales independientes e innovadores sobre temas sociales contemporáneos. Desde 1988, P.O.V. ha dado a muchos cineastas latinos la oportunidad de transmitir su trabajo en la cadena nacional de PBS, que puede llegar a más del 97% de los espectadores estadounidenses con un promedio de 2.5 millones de espectadores por programa.83 Películas como Fear and Learning at Hoover Elementary de la maestra convertida en cineasta Laura Angélica Simón, son ejemplos de las muchas maneras en que la comunidad latina ha podido usar la plataforma P.O.V. para dar a los espectadores una mirada más cercana y más humana a las experiencias de vida de los latinos en los Estados Unidos. De manera similar, WTTW, la estación PBS de Chicago, ha producido contenido enfocado en noticias e historias locales que ha mostrado relatos latinos en múltiples ocasiones. Por ejemplo, su documental My Neighborhood: Pilsen (Mi vecindario: Pilsen) da un recorrido por el vecindario de Chicago siguiendo a varios miembros latinos de la comunidad y explorando cómo sus contribuciones ayudaron a mejorar este vecindario.
Latino Public Broadcasting (LPB) se formó en 1998 por el actor/productor/director/ escritor, Edward James Olmos y la productora/escritora Marlene Dermer para reemplazar The National Latino Communications Center en The National Minority Consortium de CPB (ahora The National Multicultural Alliance). Los programas financiados por LPB han ganado más de 125 premios, incluyendo Voces, la serie documental emblemática de LPB que presenta las artes, culturas e historias latinas.84 La colección de AAPB actualmente incluye el documental My American Girls: A Dominican Story (dir. Aaron Matthews, 2002), parcialmente financiado por LPB. Puede verse en las instalaciones de la Biblioteca del Congreso y GBH.
En el 2007, Maggie Rivas-Rodríguez, directora del U.S. Latino and Latina WWII Oral History Project (proyecto de historia oral de los latinos y latinas estadounidenses de la Segunda Guerra Mundial con base en la Universidad de Texas, encabezó una protesta contra la falta de representación latina en la serie de PBS, The War, del director Ken Burns. A pesar de que 500,000 personas de herencia hispana habían participado en el esfuerzo bélico, la serie de catorce horas no incluía inicialmente información sobre este grupo. “El asunto principal es la inclusión de los latinos en la narrativa histórica de la nación” afirmó en el programa The NewsHour with Jim Lehrer. “Una y otra vez, los hispanos son excluidos de cualquier tipo de relato de la historia general de nuestro país”. Al señalar que más de la mitad de los estudiantes en las escuelas de California son hispanos, Rivas-Rodríguez insistió: “Es importante para todos los estadounidenses, pero en particular es importante que los niños de herencia hispana puedan ver televisión y comprender que las contribuciones del pueblo latino han sido muchas y que hemos estado aquí desde hace mucho tiempo. Eso es lo importante”. Críticos de The War hablaron de su protesta en esta edición del programa Línea Abierta de Radio Bilingüe y en un conversatorio en el que participó Rivas-Rodríguez. Como resultado de las protestas, el cineasta latino Héctor Galán trabajó con Burns para producir nuevo material sobre las contribuciones latinas al esfuerzo de la guerra. Dicho material luego fue añadido a la serie.85
Latino Americanos, una serie documental de seis horas que cubre la historia y cultura de las comunidades latinas durante los últimos 500 años, se transmitió a nivel nacional en el 2013 mediante las estaciones de PBS y fue producida por WETA, Washington, D.C., Bosch & Company LLC y Latino Public Broadcasting, en asociación con Independent Television Service (ITVS). Jeff Bieber, vicepresidente de WETA, concibió la serie cinco años antes, cuando el debate sobre la inmigración se hacía cada vez más acalorado. Bieber, con la esperanza de “cambiar la conversación nacional” brindando al público contextos para comprender los acontecimientos del momento, contrató como productora de la serie a la documentalista Adriana Bosch, cineasta cubana ganadora del premio Emmy y Peabody que llegó a los Estados Unidos en 1970. Bosh trabajó en la series con productores adicionales que representaban a otras culturas hispanas. Lisa Navarrete, líder del Consejo Nacional de La Raza, uno de los grupos que había abogado por más programas escritos por y sobre latinos y que protestó contra la falta de representación en The War de Burns, afirmó que con la serie Latino Americanos, “PBS se [estaba] remediando”.86
El narrador de la serie, Benjamin Bratt, caracterizó a Latino Americanos como “un recuento de la historia que corrige objetivamente el récord y coloca acertadamente a la cultura latina directamente en el medio de la experiencia estadounidense”. La seis partes, “Extranjeros en su propia tierra (1565-1880)”; “Imperio de los sueños (1880-1942)”; “Prejuicio y Orgullo (1965-1980)”; y “Peligro y Promesa (1980-2000)”, narran la historia y la cultura latina utilizando relatos de un diverso grupo de individuos que contribuyeron a distintos momentos históricos.
El corresponsal sénior de PBS NewsHour, Ray Suárez, quien escribió el libro complementario de la serie, le dijo a su colega Gwen Ifill en una entrevista:
Si hay algo que quiero que la gente se lleve del acto de leer este libro, es que recuerden o aprendan por primera vez cuánto aman este país las personas sobre las que escribo y lo único que querían era ser aceptados como todos los demás. Y que mantuvieron ese amor, mantuvieron ese afecto, y continuaron esa lucha, incluso cuando no recibían nada más que el rechazo de Estado Unidos. Es una historia extraordinaria. En lugar de alienarse, enojarse, y crear una sociedad separada dentro del país, siguieron luchando por la aceptación.